La causa por el contrabando de miles de pastillas de éxtasis incautadas en la Aduana del puerto de Paraná, sumó un nuevo capítulo. Los investigadores de la Policía Federal, bajo las directivas del Juzgado Federal de Paraná, no se quedaron con el hombre que recibió el primer paquete ni con la mujer que debía retirar el segundo. Al escarbar en la búsqueda de nuevos vínculos hacia arriba en la red narco, apareció un contacto en la Ciudad de Buenos Aires. El viernes, los efectivos de la Delegación Paraná de la fuerza allanaron un hostel en Capital Federal y detuvieron a un dominicano de 29 años. Le secuestraron éxtasis, cocaína y dólares. Se sigue a la expectativa de lo que pueda averiguar la policía de Alemania sobre el sujeto que envió la encomienda desde ese país hacia la capital entrerriana.
Cayó un dominicano por vínculos con el contrabando de éxtasis
La historia comenzó el 14 de junio, cuando el remisero de la localidad bonaerense de Escobar, Juan Carlos Grilli, fue detenido al salir de la Aduana de Paraná con una encomienda que contenía 33.000 pastillas de éxtasis. Pero en la sección del Correo del puerto de la ciudad había otro paquete de similares características, cuya destinataria era una mujer de Paraná que nunca apareció. La pesquisa logró determinar que era una mujer de apellido Ávalos, de 47 años. Antes de que la encomienda sea devuelta al origen, allanaron la vivienda de la sospechosa en barrio El Morro, la arrestaron y quedó alojada en la Unidad Penal N° 6. A su vez, se secuestró el paquete y detectaron que tenía, con las mismas condiciones de ocultamiento (adentro de un colchón inflable con múltiples envoltorios de nailon) otro tanto de pastillas de la misma droga.
De este modo, el juez Leandro Ríos tenía imputado al hombre que operó para ingresar el éxtasis por Paraná y a la mujer que hacía de nexo local así como otras tareas en distintos puntos del país. Pero faltaba averiguar el destino de esas pastillas. Primero, pudieron advertir que varios de los que se contactaban con Grilli se fueron abriendo, después de aquel 14 de junio.
Con un trabajo sobre los celulares secuestrados y averiguaciones para dar con esos contactos, así como el cruce de datos migratorios, se logró identificar a un enlace importante en Buenos Aires. Se trataba de un hombre oriundo de República Dominicana, radicado hace un par de años en Argentina, que vivió en Córdoba y hace un tiempo en la Capital. No tiene, en principio, antecedentes penales e incluso cuenta con una residencia legal con DNI argentino. Se apoda Brian, nombre que utiliza en redes sociales y diversos ámbitos en los que se movía. Estaba parando en un hostel en el barrio San Telmo, ubicado en calle Chacabuco y México.
El juez, haciendo uso de la facultad que le da la Ley de drogas de ampliar su jurisdicción, ordenó el allanamiento al alojamiento y la detención del sospechoso. El viernes a la noche, bajo un total hermetismo, el personal de la Policía Federal viajó y requisó el hostel. Ahí estaba Brian, quien tenía en su poder un par de pastillas de éxtasis. Pensó que podía zafar al argumentar el consumo personal, pero los uniformados le revisaron por completo la habitación y encontraron en un hueco sobre el techo unas 100 pastillas más y alrededor de 150 gramos de cocaína, así como 5.000 dólares.
De este modo, lo trasladaron a Paraná y quedó alojado en la Unidad Penal N° 1. El sábado el juez Ríos lo indagó, tanto por su presunta participación en el contrabando de éxtasis como por la tenencia de droga. Por la primera seguirá siendo investigado y podría ser juzgado en esta provincia, mientras que por la segunda, por haber sido cometido el delito en Buenos Aires, el magistrado se declararía incompetente y seguiría su trámite en el Juzgado Federal de turno de Buenos Aires.
Otras aristas
Desde el inicio de esta causa, cuando un empleado de la Aduana de Paraná advirtió que había algo raro en aquel paquete, se supo que la encomienda provenía de Alemania. Desde entonces, la Delegación Paraná de la Policía Federal trabaja en conjunto con la BKA (policía criminal federal del país europeo), que investiga quién fue la persona que envió la droga. Desde la capital entrerriana se aportaron elementos para determinarlo, y ahora con la detención del dominicano se reforzó una hipótesis sobre las persona que podrían estar implicadas en la ruta del éxtasis que conecta con Argentina.
Además, como ya se informó, este caso reveló que el destino Paraná del éxtasis tendría que ver con que Grilli, presunto responsable de la organización de buscar puntos de ingreso de la droga al país, tenia que encontrar un lugar seguro, luego de que se reforzaran los controles en el puerto de Buenos Aires, tras la tragedia en la fiesta Time Warp, en la que cinco jóvenes murieron por el consumo de éxtasis. Pero el plan le resultó equivocado y a su vez complicó a otros más.