Eloy Chula Alem, muy conocido en el hampa de Bajada Grande por sus andanzas delictivas, admitió haber asesinado a Nicolás Márquez el 21 de marzo del año pasado, y aceptó una pena de 14 años de prisión por este delito, más un violento asalto. Sin embargo, está especulando con lo que pueda suceder en el juicio que se le sigue al acusado de ser su cómplice en la emboscada mortal, Luciano Álvarez. Si no se encuentran pruebas para determinar que ambos iban en la moto de los asesinos, podría ser absuelto pese a haberse adjudicado la balacera.
El debate contra Álvarez transcurrió esta semana, y ayer tuvo su punto más álgido. En la primera jornada, el primo de la víctima, un menor de 17 años, que estaba junto a Márquez cuando lo mataron, declaró sin titubear que Álvarez conducía la moto y que Alem disparó. El imputado afirmó que nunca tuvo relación con el Chula, y que aquella madrugada estaba durmiendo y luego se levantó para ir a trabajar.
La otra testigo clave tuvo que viajar desde la provincia de Buenos Aires hasta Paraná para declarar ante el Tribunal, y terminó presa por las contradicciones en su relato. En la instrucción de la causa, hace un año y medio, la joven de apellido Vargas dijo que estaba en su casa cuando escuchó los disparos, y que al salir había visto a Alem y Álvarez huir a tiros en la moto. Pero ayer dijo otra cosa: que al salir de la casa vio a dos hombres pero que no sabían quiénes eran. Consultada por el fiscal Rafael Cotorruelo acerca de por qué daba ahora otra versión, dijo que el chico que estaba con Márquez (el testigo del primer día) la había amenazado para que señale a los dos acusados. Pero el Tribunal no le creyó y le recordó que estaba declarando bajo juramento. Por eso, Vargas contó que tenía miedo y que habían atentado contra ella y su vivienda, por lo que se tuvo que ir de Paraná.
El fiscal exhibió una denuncia que Vargas había radicado en la Policía por la balacera contra su vivienda, en la que acusaba del hecho a parientes de Alem. Ayer desmintió su propia declaración, por lo que Cotorruelo pidió que sea detenida por el delito de falso testimonio. La presidenta del Tribunal, Marcela Badano, ordenó a la Policía que esposaran a Vargas y alojaran en la Alcaidía.
El mensaje que cambió el panorama
Unos minutos después hubo otro episodio que hizo girar de nuevo, de manera inesperada, el debate. Una hermana de Márquez recibió un mensaje de texto de una amiga que tiene en común con la testigo detenida, quien le contó que poco antes había encontrado a Vargas llorando en las Cinco Esquinas, y que en ese momento le contó que había sido amedrentada por familiares de Alem porque debía ir a declarar en el juicio.
Esto llegó a conocimiento del fiscal, quien solicitó que declare como testigo. Así fue que la mujer se sentó ante el Tribunal, leyó el mensaje de su celular y entregó el teléfono, que será peritado para establecer si el mensaje es real o inventado, y ubicar para que declare como testigo a la amiga que se lo envió.
La semana que viene serán los alegatos del fiscal, del querellante Boris Cohen y de los defensores oficiales Emiliana Cozzi y Juan Carlín.
Familiares disconformes
Mientras se desarrollaba el juicio contra Álvarez, en la puerta de Tribunale familiares y amigos de la víctima Nicolás Márquez se apostaron con una bandera que reclamaba justicia. Una hermana del joven expresó su descontento con la pena de 14 años de prisión que aceptó por el crimen Eloy Alem: “No puede ser que le den 14 años de cárcel por lo que pasó con mi hermano. Merecen pagar más, es muy poco”. “No estamos conformes”, agregó el primo.
Caso Márquez: amenazas, presiones y una testigo detenida
Una mujer se contradijo y quedó acusada de falso testimonio. Luego se mencionó que mintió porque familiares de Chula Alem la amenazaron
27 de noviembre 2015 · 07:40hs