El bajista comparte con S&L sus primeros pasos en la música y sus proyectos para este año. Si bien es de Gualeguay, Alejandro Bravo vive desde hace varios años en la capital entrerriana, donde formó su familia y trabaja. En cuanto a la música, su pasión se despertó en la niñez, y pasó por distintos géneros hasta que comenzó su interés por el blues. En una entrevista exclusiva comparte todo lo positivo que le dejó 2016, y las expectativas que tiene de cara a un año que recién comienza. Su historia de vida, y la lucha emprendida por concretar sus sueños, no tiene desperdicio.
Ale Bravo: el referente del blues en la región
—¿Qué balance hacés de 2016?
—Un año muy productivo. Tocamos mucho en Paraná, por la provincia, Buenos Aires y Santa Fe con diferentes grupos a los que pertenezco. En abril cumplió un año el micro de Historia del Blues en el programa de TV Música y Propuestas, de Ernesto Tata Mockert, en el cual repaso la historia y la discografía de los grandes maestros del Blues. Con Ale Bravo & The Blues Bagres fuimos por segunda vez a Rosario en junio con gran recibimiento. También acompañamos al gran Adrián Flores en dos shows. Uno en Paraná y otro en Gualeguay. Y si bien siempre que vino a Entre Ríos tuve la suerte de tocar en La Blues Special Band, con grandes músicos de Blues de Capital Federal, esta vez él decidió que era momento de que lo acompañemos nosotros. Un gran desafío. En octubre hicimos un gran show, ampliamos la formación en gran parte del espectáculo con Nico Roldán en piano, Ricardo Rodríguez en saxo y Lucas Cantarutti en trompeta, cumpliendo un sueño de tocar temas propios con una banda grande. En noviembre Los Bagres coproducimos una Clínica de Guitarra Blues y un show acompañando al gran guitarrista Daniel Raffo. En diciembre nos presentamos por primera vez en Santa Fe junto a la Santa Fe Blues Band. A principios de noviembre también formamos (con Guillo Motura, Misael Pérez, Alejandro Migoni y Guido Amado) la Asociación Litoraleña de Blues, con el fin de difundir el género en la provincia y producir shows de las bandas de blues locales, nacionales e Internacionales. La primera producción fue el 2 de diciembre con la presentación de Tail Dragger, cantante de Blues de Chicago. Una auténtica leyenda que se presentó en La Vieja Usina a sala llena. Gracias a Adrián Flores, baterista y productor de la gira de Tail Dragger por Brasil y Argentina, tuve la suerte de formar parte de la banda que acompañó al gran Bluesman en Paraná y Buenos Aires, en Mr. Jones Pub, de Ramos Mejía, donde se filmó un DVD que se editará en marzo. La banda estaba integrada por Nicolás Smoljan (armónica) Mauro Bonamico (bajo), Adrián Flores (batería), Federico Verteramo y yo (guitarras). Como si fuera poco, en Buenos Aires se sumó Bob Strogger. Meses antes miraba un DVD de Tail Dragger en el cual Strogger es el bajista y pensaba: "que bueno estar viendo este show". Jamás imaginé que pocos meses después tocaría con los dos Maestros.
—¿Cuál es tu estilo de música preferido?
—El Blues. Desde chico lo estuve buscando. Cuando escuchaba algunas bandas de Rock en la adolescencia que incluían algún Blues en su repertorio pensaba: "qué lindo que tocaran esto en todo el disco". Más adelante, escuchando el programa de Jorge Pintos Desde la torre, descubrí que había alguien en Gualeguay que conocía esa música y tenía mucho material. Con el tiempo nos hicimos muy amigos, me pasó muchos discos y me invitó a participar del programa. Ahí empezó esta pasión de investigar y conocer sobre la historia del género y los artistas. También crecí en una casa donde se escuchaba Tango y Folklore y coleccioné discos, que aún conservo y escucho, son parte de mi formación. Me gusta la música en general, siempre digo que los estilos populares del mundo están unidos por un hilo conductor, que es "el sentir del pueblo" expresado a través de la música. Aunque no hablemos el mismo idioma musical, nos entendemos.
—¿Dónde tocás actualmente?
—Estoy tocando con Ale Bravo & The Blues Bagres con Peter Palacios en guitarra, Jorge "Flaco" Mansilla en batería, Cristian Bibel en bajo y la reciente incorporación de Diego Arnaudín en armónica. También formo parte de La Posta que cuenta con un disco nuevo Ríos de Libertad que presentamos por toda la provincia, Buenos Aires y Santa Fe. Hace poco me uní a Luces Bajas, una banda de Blues con una muy buena cantante: Belén Espinosa. Y Canciones de Luca y Sumo, proyecto de Mariano Rochi, al cual me uní hace un par de años también, grandes músicos y amigos.
—¿Cómo surge tu interés por la música?
—Desde chico jugaba con guitarras, cassettes y discos de vinilo. Mi padre, Lito Bravo era guitarrista y cantante del conjunto Alma Guaraní de Damasio Esquivel (compositor y bandoneonista correntino de Chamamé) y mi madre (Gladys Cantoni) siempre fue una "cantora de casa", cantaban en a dúo y afortunadamente conservo algunas grabaciones hogareñas. Mi papá murió cuando tenía cuatro años y ahí aumentó mi interés por la música. Cantaba todo el día Zambas, Chacareras y Chamamé. Era fanático de Los Cantores del Alba, Atahualpa Yupanqui, Los Manseros Santiagueños, Ernesto Montiel y por supuesto de mi papá. Ahí comenzó mi pasión por completar discografías e investigar.
—¿Con quién aprendiste a tocar? ¿Dónde fue?
—Nací en Buenos Aires y me becaron a los seis años en un conservatorio para estudiar guitarra, gracias a la maestra de música, la cual tocaba el piano increíblemente y se aventuraba a acompa- ñarme con algunas canciones que cantaba. Instalado en Gualeguay, a los siete años empecé a estudiar guitarra con Hugo Mena, gran guitarrista de Chamamé, quien me incentivó a cantar y a presentarme en festivales, radio, TV e incluso me acompañaba con su guitarra. A los 14 empecé a interesarme por la guitarra eléctrica y me puse a "sacar de oído" temas de Jimi Hendrix, Santana, The Doors, etc, convirtiéndome en autodidacta. A los 18 años llega el Blues y tocaba todo el día arriba de los discos de BB King, Albert King, Robert Johnson, Otis Rush. A veces no comía, me levantaba y me dormía con la guitarra. También tuve un breve y productivo paso por la Escuela de Música, Danza y Teatro Constancio Carminio donde estudié guitarra con Silvina López quien me ayudó a conectarme con el sonido.
—¿Cuáles son tus metas en lo musical?
—Seguir investigando y aprendiendo todos los días algo nuevo. Es como un imán, siempre trae cosa buenas.
—Qué expectativas tenés para 2017?
—Salir a tocar más con Los Bagres, grabar un disco y se vienen más producciones con la Asociación. En marzo vendrá Jörg Danielsen desde Austria. Además, hay muchos artistas nacionales que quieren venir a tocar porque se enteran de la movida que estamos haciendo. Creo que va a ser un gran año. En lo que va de 2017 ya hicimos dos presentaciones con Los Bagres, el jueves 5 en Paraná en Maloka Bar y el sábado 7 en Santa Fe junto a la gran banda Búfalo Blanco.
—¿Algún proyecto en marcha?
—Llevar el Blues a los barrios, los shows en Paraná son muy centralizados y hay gente que no viene al centro a mirar recitales. Hacer clí- nicas con los artistas que vengan de afuera para que dejen algo en la ciudad y sobre todo despertar el interés de lo más jóvenes.