La mujer estaba convencida de que se trataba de cálculos renales y se dirigió al hospital Piedmont Henry de Stockbridge, Georgia, Estados Unidos.
Fue a atenderse por el riñón y parió a su cuarto hijo
"No hay palabras para describir las sensaciones relacionadas a que te digan que tendrás un bebé en 30 minutos", contó Michael.
"Recién cuando oímos el latido del corazón del bebé, la realidad se impuso", añadió el padre.
A las 3.50 de la madrugada del miércoles nació Shaun, con un peso de 3,3 kilos e indicadores de un bebé saludable.
Más tarde Michael explicó en un mensaje de Facebook que "Steph fue diagnosticada con pre-menopausia hace un tiempo atrás, lo que justificaría el desequilibrio hormonal, también asociado con un embarazo".
Además, el padre sostuvo que la posición de Shaun durante todo el embarazo "le impedía moverse para indicar a Steph que estaba allí" y también remarcó que "la parte más extraña es que ella siguió teniendo un ciclo menstrual".
La pareja ya tenía otros tres hijos, dos niños de 16 y 11 años, y una niña que está por cumplir 3. Y cuando Stephanie dio a luz a su hija, los médicos le dijeron que era poco probable que fuera capaz de tener otro bebé.