Valeria Girard / De la Redacción de UNO
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Las consecuencias de una tormenta sin precedentes en Paraná parecen no tener fin. Lo urgente, lo inmediato ya pasó, pero ahora queda la difícil tarea de recomponer.
Mientras que desde Enersa, el municipio y las empresas privadas que prestan algún tipo de servicio que se vio perjudicado por el temporal (televisión por cable, Internet), trabajan a destajo para solucionar los inconvenientes, en los barrios paranaenses y también de localidades aledañas crece el miedo y la desazón de los vecinos.
Muchas familias, sobre todo quienes tienen hijos pequeños, debieron abandonar sus hogares por falta de energía eléctrica y agua potable. Hay muchos otros ciudadanos a los que la baja tensión les impide prender hasta un ventilador. Los artefactos se queman, los alimentos perecederos se pierden, no hay cable ni Internet, fallan las comunicaciones y la gente comienza a sentir una sensación de estar en el medio de la nada misma.
Con todo eso, y la búsqueda incesante por encontrar alternativas a esa oleada de cosas que no funcionan, los vecinos se enfrentan a otro problema y es que, a oscuras, porque el alumbrado público no funciona, el riesgo de sufrir robos es mucho mayor. Los altos pastizales de terrenos privados cuyos dueños no los mantienen y las calles mismas, que el Municipio paranaense no desmaleza, complican aún más la situación. En ese sentido, las zonas este y sur de Paraná son las más damnificadas.
En los últimos años se inauguraron muchos barrios en esos sectores, pero aún son muchas las hectáreas de monte que separan a unos barrios de otros. “Desde el viernes intensificamos los recorridos, de forma preventiva, con la ayuda de personal del 911 y otras dependencias policiales. También pedimos a los vecinos que se organicen entre ellos, que se ayuden, porque la jurisdicción es muy grande. Les recomendamos además que no abandonen sus viviendas”, explicó a UNO la subcomisario Castro, a cargo de la comisaría 15ª, ubicada en calle Caputto.
Así lo hacen las familias de barrio Vicoer 46 Viviendas de calle Tibiletti. En grupo hacen recorridos con linternas por la noche y cada novedad se publica en el grupo de Whatsapp. Vecinos de la zona del Parque Industrial denunciaron que desconocidos aprovechan la falta de energía para cometer actos ilícitos. Habitantes de barrio Vicoer 80 Viviendas y de jurisdicción de las comisarías 14ª y 11ª también hicieron pública su preocupación por el estado de vulnerabilidad.
Si bien se rescata lo siempre dicho, y es que en estas situaciones emergen las actitudes de solidaridad, la realidad es que ningún vecino quiere necesitar de esos gestos, sobre todo cuando de seguridad se habla. Y nadie duerme profundo, nadie duerme en realidad. Cada ruido se magnifica. Cada ladrido de algún perro es seguido con minuciosa atención.
Federico Gentile, responsable de comunicación de Enersa indicó a UNO que se está trabajando en la zona este y que en pocas horas los problemas de baja tensión y de falta de suministro se estarían solucionando. Ojalá así sea. Mientras tanto las familias continúan contando los días, las horas para que se “haga la luz” y puedan retomar su rutina habitual. El viernes, quienes salieron a trabajar, volvieron a sus casas con el corazón apretado y el aliento en suspenso, hasta constatar en qué estado estaban sus viviendas luego del atroz fenómeno climático. Desde ese día, cada mañana esbozan un suspiro, al constatar que el barrio amaneció en calma, sin sobresaltos. Con los primeros rayos de sol, el barrio vuelve a tomar forma.
A oscuras, vecinos enfrentan el miedo a perder sus pertenencias
En distintos barrios, por la noche hacen recorridos en grupos con linternas y cada novedad se publica en grupos de WhatsApp
23 de febrero 2016 · 06:35hs