Paula Eder / De la Redacción de UNO
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En un relevamiento realizado desde que empezó la campaña hacia las PASO, Facebook concluyó que Argentina entró en el top 5 de las elecciones más comentadas con 90 millones de interacciones; como era de esperar, tras el resultado de las elecciones del 25 de octubre y el escenario actual de balotaje, la participación en redes sociales se hace minuto a minuto más intensa, y por estas horas Facebook se transformó en el blanco de debates acerca de qué candidato conviene votar.
Ambos pertenecen a una misma generación, tienen una procedencia social similar e ingresaron a la política en la década del 90 de manos del PJ que conducía por entonces Carlos Menem, de esta forma, el eje del debate en las redes sociales está firmemente asentado en demostrar si realmente son lo mismo o no.
Audios, videos e imágenes de archivo le dan cuerpo a esta guerrilla multiplataforma que se juega uno a uno. El humor también juega como herramienta de penetración ideológica: todo vale para captar los votos de los indecisos, incluso algunos resolvieron dejar de lado el tono imperativo y adoptar una postura más dialoguista, de convencimiento interpersonal. Estrategia comunicacional con cara de súplica.
El domingo, la consigna #OjoConMacri hizo enfurecer a los simpatizantes del PRO, que recogieron el guante y la dieron vuelta para reivindicar al jefe de Gobierno porteño y burlarse de Scioli. Fuegos cruzados, y en todas las direcciones. Más tarde, Macri salió a denunciar una “campaña oscura del miedo” en su contra, aunque la oposición haya pasado años apelando a este recurso, con Elisa Carrió a la cabeza, anunciando desastres que nunca llegaron.
Es que algunos se mueven como si fueran los dueños de la indignación. Años leyéndolos y escuchándolos en todas las esquinas. Se indignaron cuando la chica del Pancho empezó a mandar a sus pibes a la escuela y cuando supieron que en esos barrios donde jamás se les ocurriría pasar, ahora hay asfalto y luz. “Al final viven mejor que uno”, repetían hasta el cansancio, trayendo ese viejo fantasma de que hay ciudadanos de primera que merecen más que otros. Se indignaron por los inundados de La Plata, pero no tanto por los del barrio Capibá. Se indignaron cuando el matrimonio igualitario dejó de ser una utopía, y se indignaron cada vez que una mujer pobre reclamó su derecho a decidir y a no morir. Ahora los indignados son los otros. Ernesto Argañaraz, un médico que atiende en PAMI, escribió una carta que entregó personalmente a cada uno de sus pacientes y luego publicó en Facebook donde les comentó su historia de vida y les pidió “de corazón” que voten a Scioli porque no quiere volver a pasar “hambre como en el 2001”, el post se viralizó y Argañaraz debió ocultar el post, debido a los insultos y las amenazas que recibió tras publicar la nota.
Luego del discurso de CFK, el oficialismo encabezó una serie de denuncias sobre posibles ajustes que haría Cambiemos si gobernara, de las cuales algunas fueron desmentidas, pero otras tuvieron como base las palabras del propio Macri. En reacción a esto, los seguidores del PRO crearon la página de Facebook “Campaña BU” para responder de manera irónica a los mensajes apocalípticos del kirchnerismo. Ya tiene más de 21 mil “Me Gusta” y va en ascenso.
¿Campaña de miedo o un llamado a la memoria? Como sea, aseguran que la “gran final” se juega en las calles. Anécdotas de trueque y federales dan pie a discusiones interminables como necesarias, en una campaña que ya se hizo demasiado larga.
Los dueños de la indignación
3 de noviembre 2015 · 06:20hs