Edgardo Comar / De la Redacción de UNO
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El 2015, desde el punto de vista electoral es un año importante para la República Argentina. El sistema democrático que impera permitirá a los ciudadanos renovar autoridades gubernamentales a lo largo y ancho del país.
También en el fútbol de la Nación hay mandatos que se cumplen y se impone la necesidad de votar para cambiar a los responsables de gobernar los destinos del más popular de los deportes en Argentina.
En la grilla de largada de campaña, como en las nacionales, se anotaron varios competidores. Con el paso del tiempo habrá que ver cuántos llegan a la segunda quincena de octubre cuando 45 representantes deban pasar por las urnas y emitir su voto para designar al encargado de ocupar el sillón de calle Viamonte que estuvo en poder de Julio Grondona por varias décadas.
Luis Segura, más allá de los actuales cuestionamientos e inclusive la resistencia hasta del grondonismo puro proclamada públicamente por Julito, aspira a continuar como la principal cara visible del fútbol argentino.
Marcelo Tinelli, desde hace un tiempo que le tiene ganas a la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino más allá de que se sostenga que por no poseer la antigüedad necesaria está impedido de someterse a la opinión de los dirigentes con voz y voto dentro del Comité Ejecutivo. Pretende que se le contabilice el año que estuvo en la subcomisión de marketing de San Lorenzo. Tiene el aval de Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio, dos pesos pesados de Boca y de River respectivamente; nada más y nada menos. Un posible desembarco de Tienelli en AFA puede implicar un retroceso de los logros obtenidos por el fútbol del interior. En la mente del cabezón y de aquellos que ven con buenos ojos su postulación, aparece la idea de crear una Súper Liga reducida a un número minúsculo de equipos, además de crear una competencia paralela a la Copa Libertadores con los Grandes de Sudamérica. Por encima de generar una mayor calidad de competencia, el mayor interés es comercializar los derechos de televisión a las cadenas más importantes de todo el mundo.
El actual tesorero afista, Eduardo Spinosa, dejó entrever su ambición presidencial, aunque últimamente estaría trabajando para la llegada de Tinelli.
Armando Pérez levanta la bandera de su exitoso gerenciamiento en Belgrano de Córdoba para tirarse al ruedo nacional. A través de una convocatoria logró reunir a una veintena de dirigentes del interior en donde también estuvieron representantes de Independiente y Racing Club.
Claudio Chiqui Tapia, es un nombre desconocido. Es el presidente de Barracas Central, yerno de Hugo Moyano y por ende parte del Sindicato de Camioneros. Para algunos: “Es el candidato del interior”.
Más allá de la pasión del hincha, el fútbol hace mucho que perdió su espíritu deportivo. Hay otros intereses creados. Los negocios que manchan la pelota están por encima del fútbol y por ellos van los candidatos.
La otra elección que también importa en 2015
8 de junio 2015 · 06:02hs