La anteúltima semana de diciembre no prometía mucha intensidad política, en especial por las Fiestas. Sin embargo, sucede todo lo contrario. En Buenos Aires, Gendarmería reprimió con palos y camiones hidrantes a empleados de la compañía avícola Cresta Roja que mantenían hacía cinco días un corte parcial sobre la Autopista Ricchieri, en demanda del pago de salarios atrasados y la continuidad de la empresa.
En Entre Ríos, más específicamente en Paraná, se presentó una denuncia por enriquecimiento ilícito contra el exgobernador Sergio Urribarri y su familia, y avanzó otra presentación penal que implica a los exministros de Economía y Producción, Diego Valiero y Roberto Schunk, imputados en la causa de las cosechadoras truchas.
Muchas novedades. No obstante, no voy a profundizar en ninguno de estos tres temas ni en ningún otro que ya tiene mucha cobertura mediática. Me voy hacer eco de una situación grave que sucede en el hospital Materno Infantil San Roque de Paraná.
Ayer a la mañana, un amigo fue a buscar el resultado de los análisis de su hija al primer piso del nosocomio infantil más importante de Entre Ríos. La persona que lo atendió muy amablemente le informó que no le podían entregar los resultados porque no había papel para imprimir.
Mi amigo se ofreció a comprar una resma, pero la mujer le contestó a través de la puerta entreabierta que no. Es más, le contó que no reciben papel porque no se pagó la partida y esto causó que la empresa proveedora cesara con la entrega de mercadería.
Mi amigo no fue el único que se fue con la cabeza gacha y que hoy tiene que llamar al interno 211 para ver si hay papel. Esta situación provocó que el médico no pudiese leer los resultados ni evaluar qué tratamiento llevar adelante.
Cada padre que golpeaba la puerta del laboratorio para buscar el resultado recibía la misma información: no hay papel. ¿Cómo puede ser que no haya papel? ¿Qué pasa con el nene o la nena que necesita los resultados ya para afrontar un tratamiento especifico?
Ayer averigüé en el nosocomio que los resultados en caso de emergencia se escriben a mano o hasta en la suela del zapato, pero se entregan. Una de las personas con las que hablé me explicó muy gentilmente que en el sector donde estaba, que es otro laboratorio, había papel. Sin embargo, me contó que la impresora que donó Sidecreer no funciona. Una lástima. Después volví a llamar y me atendió otra persona, que me relató otro problema que seguramente lo vamos a tratar más adelante porque es aún más grave que la simple falta de papel.
En campaña se escuchan muchas cosas hermosas, pero la realidad muestra otra. ¿Sabrá el ministro de Salud, Ariel de la Rosa que el hospital no tiene papel para imprimir los resultados de los laboratorios? ¿No podrán sacar el gobernador o el ministro de Salud fondos públicos para la solución de este problema? Yo no sé si es verdad que, en caso de emergencia o falta de elementos, escriban los resultados en la suela del zapato o lo envíen por e-mail. Yo creo en los padres, en mi amigo y en los otros dos que mandaron mensajes de texto a la Redacción de UNO contando el problema. Y temo que hoy a las 8, cuando llamen al 4230460 interno 211 o 268 para preguntar si hay papel, obtengan como respuestas un NO.
Si la situación se repite el chico tiene que esperar hasta el lunes más o menos para saber qué le dirá el médico a sus padres. Si todo se solucionó, esperemos que no vuelva a ocurrir.
Falta papel, pero no de regalo
23 de diciembre 2015 · 14:34hs